PLAN DE ONCE AÑOS

En diciembre de 1958, Adolfo López Mateos, asumió el poder, desde el inicio de su gestión, el mandatario advirtió que la educación pública sería una de las prioridades de su gobierno. El nuevo proyecto educativo buscaba adecuarse a las necesidades del desarrollo económico del país que demandaba un número creciente de técnicos y obreros calificados. Pero fue hasta el 1 de diciembre de 1959 cuando fue aprobado el “plan de once años” el cual estaba dentro del proyecto de las posibilidades técnicas de la SEP, un punto partida esencial de este proyecto es el sistema escolar, a nivel elemental atendía en planteles federales, estatales, municipales y particulares.

Con este proyecto enriquecedor la falta de maestros y escases de aulas fueron un gran problema ya que equivaliera a miles de grupos e igual de maestros que no se contaba en esa época, con ello era indispensable elevar el rendimiento de las Escuelas Normales. Ampliar el número de plazas además de reestructurar los planes y programas de estudio para adaptarlos a las nuevas circunstancias, sin embargo, un proyecto tan ambicioso no podía cumplir con todas sus metas, excepto los estados del norte: Baja California, Sonora, Sinaloa, Nuevo León, Tamaulipas, habían avanzado al lograr que más del 70% de su población escolar estuviera inscrita en los planteles de educación primaria y los estados del sur: Chiapas, Guanajuato y Querétaro tenían una (45%), con estas deficiencias el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz continuó su marcha, aunque no con el mismo vigor, con un presupuesto menor perturbo al programa, sin embargo con lo hecho anteriormente, no era necesario abrir nuevos planteles de secundaria sino de escuelas técnicas y especialista que requería el país, con paso firme llevo a México a un a un mundo en constante proceso de modernización.